Casa Eivissa es una vivienda que invita a la contemplación. Con unas vistas espectaculares a todo el valle del Montgó y hasta el mar, se ha diseñado un volumen que se abre al exterior con grandes ventanales minimalistas, de forma que el espacio exterior, se confunde con el interior. El volumen presenta bandejas horizontales que se extienden formando amplios voladizos, y creando una sensación de levitación sobre los espacios inferiores. Se ha utilizado una combinación de materiales nobles para componer las fachadas, tales como el mortero blanco, vidrio y muros de piedra obtenida de la propia excavación, con el fin de maximizar la integración de la vivienda en el paisaje. En el interior predomina el color blanco con el fin de neutralizar los tonos y centrar la atención en lo que de verdad importa… el entorno. La vivienda está compuesta por 5 dormitorios con sus correspondientes baños, salón comedor y cocina en un mismo espacio diáfano, gimnasio, garaje para dos vehículos, sala de cine, despacho, piscina y amplias terrazas. El acceso peatonal a la vivienda se realiza mediante un recorrido rodeado de vegetación, junto a los senderos y escaleras, se ubican jardineras en las cuales se plantan especies mediterráneas, acordes con el entorno de la parcela y un estudio muy cuidado del paisajismo.
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