Ubicada sobre una parcela en pendiente, aunque no muy pronunciada, esta vivienda representa un intento de combinar la funcionalidad con la belleza y el respeto por el medio ambiente. Fruto de este esfuerzo por integrarla en el paisaje que la acoge es el empleo de los voladizos. Tienen los objetivos de evitar el calentamiento excesivo de la casa en verano y, a la vez, de dar calor a través de la luz solar en invierno. Los voladizos están calculados para filtrar el sol adecuado en cada época del año. Esto se debe a que la vivienda tiene una orientación noroeste.
En el juego de la verticalidad del terreno con la horizontalidad de la construcción ha estado presente en todo momento el espíritu de la Casa de la Cascada de Frank Lloyd-Wright. La representación de la presencia del arquitecto norteamericano en el diseño aparece en la vivienda en las dos grandes bandejas de cantos de forjado.
En Casa Lloyd hemos trabajado tres elementos principales para la construcción. Por un lado el mortero de base de cal, un material que en Singular Studio Architects estamos dando mucho protagonismo. Es una forma de acercanos a los constructores tradicionales de esta zona del Mediterráneo y de utilizar un elemento, la cal, con muchas propiedades antibacterianes y térmicas y, a la vez, que goza de una gran docilidad.
En segundo lugar, también una importante presencia de la madera, presente en espacios como el garaje, que tiene el acceso por la parte superior de la vivienda. Y por último la piedra. En este proyecto hemos decidido establecer un diálogo con el pasado reutilizando la piedra excavada en la parcela como material para realizar los muros. Se trata de otro intento de integrar la casa en el espacio natural en la que se establece.
Casa Lloyd ha sido un reto respecto a su ubicación y para resolverlo hemos apostado no dar la espalda al medio ambiente sino que hemos aprendido a formar parte de él.