La casa Jatziri es un ensayo organicista inspirado en Niemeyer para realizar una vivienda unifamiliar a un matrimonio mexicano afincado en Jávea. Las formas curvas y orgánicas de los forjados son el aspecto más singular de esta vivienda, que crea espacios llenos de movimiento. Este movimiento se traslada no solo a la vivienda, sino que también lo hace a los elementos de urbanización como la piscina, terrazas o jardineras, provocando así que cada elemento arquitectónico sea partícipe del conjunto de la vivienda y sus formas orgánicas. La naturaleza toma un protagonismo especial en esta casa, ya que está incluida en cada rincón, incluso sobre los forjados que dejan caer la vegetación. También se aprecia como las rocallas, necesarias para la adaptación de la vivienda al entorno, forman parte del diseño elevando las plataformas y acentuando la incorporación de la naturaleza. Los interiores dejan abrir sus espacios mediante grandes ventanales permitiendo que la vegetación entre dentro de las estancias y generando unas visuales bien luminosas. Las bandejas de los forjados realizados mediante hormigón blanco visto y con la ayuda de los voladizos, destacan y parecen “flotar” mientras crean en sus espacios inferiores las estancias vidriadas con carpintería minimalista que conforman la vivienda. Los materiales muestran la sinceridad de su pureza, encontrada en el hormigón visto, la madera y el vidrio, aspecto que se busca en la vivienda, acorde con la naturaleza que la rodea.
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