Can Caubó, una vivienda unifamiliar que ofrece una imagen sobria y elegante, diseñada baja una paleta cromática uniforme y dos materiales protagonistas: hormigón visto y madera.
Con una situación privilegiada, sobre un acantilado de Portocolom, Mallorca, esta vivienda se abre al mediterráneo mediante sencillos volúmenes geométricos que generan una composición arquitectónica moderna y amable con el entorno. Sobre un paisaje compuesto por vegetación mediterránea, la vivienda no supera en altura la masa global de pinos que la rodean, de este modo, conseguimos que la contundencia del hormigón se vea claramente integrada y no desentone en el horizonte del paisaje. Son dos los materiales protagonistas en este proyecto y el gran patio interior el elemento singular sobre el que se estructura y ordenan todas las estancias de la vivienda. El patio se convierte en un foco de iluminación y vegetación que enriquece de luz y vida todo el interior.
El acceso principal a la vivienda se realiza por una fachada ciega, de hormigón. Se trata de un imponente volumen vaciado que genera una sensación de ingravidez singular que, a su vez, se ve armonizado por el uso de las lamas de madera.
Este gran volumen se encuentra frente a las vías de acceso y dota de intimidad y privacidad al resto de la vivienda .Por el contrario, la fachada opuesta, se expone al paisaje, se abre a las privilegiadas vistas y permite que nuestro cliente, desde cualquier estancia tenga vistas al mar y se sienta protegido de edificaciones cercanas. La vivienda se distribuye en dos plantas, convirtiéndose así la planta de acceso en la zona de día con diferentes estancias que giran en torno al patio interior: salón, comedor, cocina, lavandería, sala de invierno, zona de juegos, aseos y garaje. En la planta superior se encuentran las zonas de noche, dónde se han situado todos los dormitorios con sus respectivos cuartos de baño proporcionando a este espacio de la tranquilidad necesaria para un buen descanso.
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